Emmanuel Docco
Fiesta
Collage digital
2013
Artista visual, ilustrador y docente, formado en el Instituto Universitario Nacional del Arte en la orientación Dibujo y en talleres de pintura, escultura y dibujo. Participó de muestras y libros artísticos de edición colectiva. Trabajó como ilustrador para el periódico La Unión de Lomas de Zamora, colaboró en el arte de tapa y con dibujos en diversas publicaciones e ilustró cuentos infantiles. Obtuvo premios y becas a la producción, entre ellos, el Primer Premio de Pintura en el Salón de Artes Visuales Prilidiano Pueyrredón.
“Le tengo rabia al silencio
por todo lo que perdí.
Que no se quede callado
quien quiera vivir feliz.”
Atahualpa Yupanqui
Cuando mi padre cumplió ochenta años, hicieron fiesta. Pero a mí no me invitaron.
Esa noche, mientras ellos estaban todos reunidos en el salón del Cholo, me quedé en mi casa, acurrucada en la cama, con un nudo palpitante en la garganta. Hacía años que, cada dos por tres, venía sintiendo ese nudo. Pero esa vez, esa noche en que mi padre cumplió ochenta años y todos, menos yo, estaban ahí para festejarlo, el nudo me latía más que nunca. Y era un tumtumtum que bajaba hacia el estómago y volvía a subir, y me daba puñetazos por dentro. Como si alguien quisiera desenjaularse de mí.
Esa noche, cuando estuve segura de que ya ninguno vendría a decirme: Vamos Ana, vamos que hoy es su cumpleaños y tenés que estar ahí, empecé a entender. Empecé a entender que la verdad no estaba ni en el convite a los mates en las mañanas, ni en las confidencias, ni en mi presencia en la casa, ni en las navidades en que yo sí podía estar. No, eso era algo bastante distinto a la verdad.
Y empecé a acordarme de todo lo que no había querido mirar.
Entonces, mientras ellos allá en la otra punta del pueblo estarían cantándole a viva voz el cumpleaños feliz a mi padre, me abracé lo más fuerte que pude y me susurré que me quedara tranquila, que todavía no, pero que algún día yo iba a poder hablar para siempre.
Y el nudo se apaciguó, como un bebé al que su madre acuna para que deje de llorar.
Nació en en Pronunciamiento, Entre Ríos en 1979. Es aprendiz de escritora y profesora de Literatura. Escribe cuentos: y eso es para ella una de las formas de la felicidad.
José Martín Arangoa
Sin título
Tinta sobre papel - 2013
Nació en Lonquimay, La Pampa, en 1977. Estudió Artes Visuales en el Instituto Provincial de Bellas Artes , Santa Rosa, La Pampa. Licenciado en Artes Visuales en el I.U.N.A. Actualmente cursa el Profesorado de Artes en Artes Visuales –I.U.N.A.– Conforma con Emmanuel Docco y Juan Natch, el colectivo Tres para armar. Integra el grupo Menesteres con artistas de otras disciplinas (música, poesía, narrativa). En el año 2012 y en el corriente expuso con el artista plástico Pablo Dell’ Oca.
Es diciembre. Los almuerzos y las cenas comienzan a abundar. Saludan todos el año que se va, y como un film antiguo, recordamos que el presente nos sostiene en un cielo blanco. Los gestos, las ínfimas sonrisas, la escasa duración de estar juntos acompañan las horas, y los días. Procuramos estar bien, procuramos sonreír. Nos abrazamos, como se abrazan las plantas y los árboles. Decimos adiós, hablamos con palabras, movemos las manos, recordamos que el pasado fue una piedra dura de roer. Aquí estamos, sin mayor éxito, desgastando los minutos, o los segundos, nuestras pequeñas horas doradas.
de: Narración (libro de poemas en prosa, ed. Vox)
Cecilia Magno
Mis días
Agenda - 2013
No había onomástico, evento ni celebración religiosa que pasaran por alto. Cuando había fiesta, todos se divertían; ella no. Más precisamente, se le daba por arruinar el festejo.
Tenía la habilidad de convertir un regalo en una afrenta hacia ella. Todo el día estuvo duelando en penumbras porque a los tres se les había ocurrido que era una buena idea que tuviera uno de esos nuevos aparatos electrónicos bien chiquitos y prácticos para escuchar música, algo que le gusta hacer, pensaron. No, no. ¡Qué idea de mierda! Claro, para mostrarle que ella era incapaz de usar eso y, además, los cositos para ponerse dentro de las orejas, ¡qué incómodos! hasta ¡qué dolor! y ¡qué desconsiderados!
No bebía, no, ni una gota porque eso hace mal. Era imposible culpar una borrachera por su conducta. Los gritos, la bronca y el odio salpicaban su garganta virgen de gradación alcohólica. Transcurrido un tiempito, como si el efecto hubiera pasado, se la veía tranquila, calma, no llegaba a asomarse una sonrisa por la comisura de los labios pero sus ojos emanaban un aire de satisfacción. Se sabía impune. Perdón, ¿a vos te pone mal escucharme hablar así, no? Pobre, mirá la carita con la que te quedaste.
Una breve sobremesa bastaba para ir de homenajeado a vapuleado. ¡Feliz cumple, mi bombón, tan lindo, tan lindo que es todo mío! Mamero como él solo, me seguía a todos lados, a veces, con él me tenía que bañar. ¡Al padre…! Tiene su misma personalidad, eso se le ve. La misma semilla tiene, la de ese hijo de puta que tuvo otra familia todos esos años y que se fue con otra.
Inquietante era cuando alguno la reemplazaba como adelantándose si promediaba la noche sin altibajos. Yo no llegué a notar cómo era que sucedía, si ella daba una señal que los alentaba a esa suerte de juego de rol. El barrio estaba acostumbrado a sus fiestas, sus ruidos, sus escándalos. Por eso, nadie se asombró con el alarido ahogado, otra de las suyas, se dijeron. Sí, les llamó la atención el silencio sepulcral que siguió.
Diego Hernán Ibáñez
Fiesta negra
Acrílico sobre tela. 2013
Nació en Buenos Aires en 1983. Estudió el Profesorado de arte en artes visuales con especialidad en Pintura en La Escuela de Arte “Leopoldo Marechal” de La Matanza, Prov. de Buenos Aires. Desde el 2004 participa en exposiciones colectivas. En el 2007 expone pinturas en la sala Antonio Berni de la Universidad Nacional De La Matanza, y en el centro Cultural “J.L.Congett” de San Justo, Prov. de Buenos Aires.
EAhí estaba yo sentado en una barra, esperando la hora perfecta para el perfecto éxodo silencioso, cuando un hombre se me acercó y me dio la mano. Me dijo que era el centro de la fiesta, si me sentía bien. Sorprendido le dije que estaba embolado. Dijo que como centro de la fiesta tenía la obligación moral y patriarcal de hacerme feliz. Dijo que las fiestas son buenas porque uno se escapa de la cotidianidad y vive en un puro presente. De ahí lo de Dionisos, etc. Le dije que no hacía falta, me estaba por ir. Ni modo. Comprendía que mi lugar en el cosmos era el de “embolado bajo el marco de la puerta con un vaso siempre medio lleno para aparentar algo” pero que aun así, me iba a permitir ser El Centro de la Fiesta. Lo acompañé de lejos. Nadie lo saludaba, cosa que me sorprendió porque suponía – iluso yo - que los Centros de Fiestas eran los más conocidos y populares. Llegamos hasta una esquina del lugar donde había poca gente. Se sentó y me pidió que lo imitara. Nos quedamos en un silencio tan largo e intenso que casi me duermo. No estábamos haciendo nada. Supuse que era un farsante. Un verdadero centro de la fiesta debía animar al resto. Excitar a todos. Organizar la felicidad como por ondas de calentamiento corporal. Se siente bien, ¿no?, preguntó. Y cuando estaba por putearlo, sentí una honda calma; algo que me llenaba de paz interior. Venía de un lugar muy raro donde podía ver una especie de mamut con mi cara y hacía que la fiesta se transfigurara en una cosa espectral y homogénea. No había tomado ninguna sustancia, aclaro. El centro de la fiesta me dejaba a mí, un simple sostenedor de arcadas de puertas con un vaso de plástico en la mano, ser eso que todos queremos ser; centros de algo. Cuando volví de mi trance, él no estaba. Es el día de hoy que gasto todos mis sueldos en buscarlo en todas las fiestas que hay en la ciudad. Desde que abren cuando la noche es apenas una promesa hasta que cierran con las primeras luces de la resaca y la frustración.
Publicó Bailando con los Osos (17grises) y co-dirigió Beatriz Portinari. Un documental sobre Aurora Venturini. Colabora cada tanto con Radar Libros. Trabaja como Redactor. Manda fruta acá: @KrappF
Gustavo Lozano
Fiesta - Andacollo, Chile
Toma directa - 2013
Nació en Concepción del Uruguay, Entre Ríos. Lugar que marcó gran parte de su trabajo fotográfico. Se formó en talleres coordinados por Juan Travnik, Fabiana Barreda y Gabriel Valansi. Desde 2003, participa en muestras individuales y colectivas dentro y fuera del país. En 2006, obtuvo el primer premio de fotografía contemporánea argentina, auspiciado por Metrovías. Actualmente reparte su tiempo y trabajo entre Buenos Aires y Santiago de Chile.
La tarde anterior se celebró en la casa la fiesta de los nidos, cultivada en parte con semillas y en parte con brotes de animales pequeños, recién nacidos. La cocina se encendía temprano y mamá preparaba para la cena manjares exquisitos, rojos, claros, hasta los luceros, cuando se dedicaba al cultivo de las rosas y de los incestos. Papá venía último, oliendo a la pólvora y al amor y a la colonia. Se sentaba despacito, haciendo girar la silla sobre la tierra recién regada, originando un rumor seco y penetrante que mamá llamaba patria. Se conversaba y se cantaba, parecíamos grillos o chicharras; las niñas nos mostrábamos la sangre en las picaduras de jején en los tobillos y nos acordábamos del hijo muerto de la tía tan blanco y resbaloso. Enseguida la abuela hablaba de dios y ofrecía más pollo para el que quisiera. Incluso podíamos pedir alas: lo más difícil, lo más sabroso, lo más extraordinario. Al final papá y mamá se retiraban a la cama y las abuelas se marchitaban y cerraban los ojos; y a nosotros se nos empezaban a desatar los moños, y nos gustaba tocarnos y comentar que qué linda que fue la fiesta de los nidos, y que bueno que es dios y qué de polvo y penetrante que es la patria.
Nació en Santa Fe en 1958. Poeta, dramaturga, escritora, artista correo y artista visual. Vive y trabaja en Buenos Aires. Publicó En memoria nuestra (2002), Locas y fuertes relatos de mujeres (2003), Fondo de Cielo (2004), Cross talk (2008), Bichos y Bichas del cortejo (2010), Doble de riesgo (2011), Her (2013). Recibió premios nacionales e internacionales; Realiza muestras individuales en España y en Buenos Aires y participa de numerosas muestras colectivas y publicaciones.
Silvia Calvo
Fiesta
Collage - 2013
Artista visual y docente. Nació y vive en capital federal, participa de exposiciones y convocatorias colectivas de arte correo. Blog Sili Calvo
Nació en Buenos Aires en 1973. Lee, escribe, corrige y edita, aunque no siempre en ese orden. Juega de 2, pegado al arquero, aunque le hubiera gustado ser un 5 con llegada. Por suerte, su hijo pinta para ser un 7 como los de antes, pegado a la línea de cal, rápido y con olfato goleador. Casado con una editora, curiosamente aún no han trabajado juntos en algún proyecto; tal vez eso explique la feliz convivencia.
Rosa Gravino
Fiesta
Ilustración digital, 2013
Le tocó en suerte el haber transitado gran parte del siglo pasado. Estudió Bellas Artes en UNR y siempre alternó sus días entre Cañada de Gómez y Rosario. Dedica el tiempo que puede al Arte Correo y fue justamente en ese ámbito donde comenzó con las experiencias de tipo colaborativo que luego inspiraron muchos de sus proyectos. Se anima a una diversidad de técnicas y materiales optando por formas de producción compatibles con su propia realidad cotidiana. Blog: Rosa Gravino
@leticiamartin nació en Ciudad de Buenos Aires en marzo de 1975 y se crió en Lomas del Mirador. Es Licenciada en Ciencias de la Comunicación (UBA) y publicó los libros: Breviario o el oficio religioso (Funesiana, 2012), El gusto (Pánico el Pánico, 2012) y La coronación del peón (Milena - 8vo Loco, 2014). Administra el blog cadadiafaltamenos.blogspot.com y colabora en las revistas digitales nadiequieremorir.com, revistatonica.com, Ni a Palos y no-retornable.com.ar
Isabel Gruppo
Fiesta
Toma directa - 2013
Nació en Buenos Aires. Es licenciada en Historia por la Universidad de Buenos Aires. Está preparando la fiesta de cumpleaños para celebrar su tercera década. Trabaja como docente y traductora. Fue la escritora fantasma de una biografía y de una novela de las que tiene prohibido jactarse. Le gusta visitar cementerios en todas las ciudades a las que viaja. Es aficionada a la fotografía estenopeica y practica yoga.